La Ansiedad: como tratarla

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La Ansiedad: como tratarla

La Ansiedad es sinónimo de miedo. Y eso es lo que pasan las personas que padecen de ella, miedo, mucho miedo. La ansiedad se nutre de pensamientos de preocupación y culpa que se vuelven obsesivos y acaban generando síntomas físicos como la tensión muscular, taquicardias, sensación de ahogo, sequedad de boca que pueden llegar al extremo y convertirse en un ataque de ansiedad. Donde la persona siente que va a morir y no sabe que es lo que le pasa.

Es cierto que hay personas con tendencia a padecer más ansiedad que otras pero ante diferentes situaciones nadie está exento de padecerla, la solución no es no tener nunca ansiedad porque es imposible la solución es saber gestionarla cuando se desborde.

La persona que padece estas crisis de ansiedad está inmersa en un desbordamiento general que les genera descontrol. No estamos acostumbrados a vivir el descontrol porque siempre nos han enseñado a controlar y que es lo bueno para estar equilibrados. Bien pues después de tantos años de control que en el tratamiento de la ansiedad no nos ha servido para nada vamos a vivir ese descontrol. Entiendo que es un idea un poco paradójica que quizás cueste de asimilar pero todos los nuevos estudios e investigaciones sobre el tema indican que es lo que mejor funciona.

Partimos de una premisa bien sencilla, nuestro cuerpo y con él nuestra mente siempre tiende al equilibrio por sí mismo. Lo que hacíamos antes intentando controlar esa ansiedad mediante técnicas de relajación unidas a las crisis a parte de no dar buenos resultados incluso hacía que se agravara más. Por lo tanto debemos habituarnos a las sensaciones que nos expone la ansiedad y así bajaremos mucho su intensidad, si no luchamos contra ella el mismo mecanismo realiza su bajada, antes interferíamos en ese proceso y así alimentábamos su sintomatología. Entiendo que es muy difícil realizar al principio estás técnicas cuando las personas sienten que se mueren, pero si no nos exponemos a estos estímulos y dejamos de luchar con ellos no desaparecen.

Otra parte del proceso de terapia, lo basamos en el trabajo con los pensamientos para que no sea tan fácil generar ansiedad. El pensamiento sí que debemos pararlo y para ello es importante que durante la generación del mismo que desencadenará luego la crisis hagamos un cambio de acción o actividad que pare en seco esas ideas. Evidentemente esta terapia no se hace en un día y puede que sea bastante dura para la persona, pero es importante pasar por ella para obtener una mejor calidad de vida.

Si os encontráis en una situación similar pensar en lo maravillosa que es la vida y que no estáis dispuestos a hipotecársela a la ansiedad.

Beatriz Rodríguez Batlle

NºCol. 20093

Psicóloga especializada en clínica de Adultos y Terapia de Pareja.