¿Puede ser la adicción la base de una relación tóxica?
Lanzo esta pregunta para crear en vosotr@s una reflexión. No puedo afirmar rotundamente ni validar una respuesta, pero me gustaría exponeros aquí mi propia idea del tema. Me baso en diferentes autores que iré exponiendo, en mi experiencia personal y en la de mis pacientes.
Primero me gustaría hacer una pincelada biológica para saber de dónde puede salir esta idea, según explica en su libro » La connexió emocional» Ramón Riera psiquiatra y psicoanalista, la vasopresina es una hormona que posiblemente intervenga en la formación de la monogamia. Es fácil reconocer que la monogamia no es una característica esencial de los mamíferos, es más muy pocas especies lo son. Pero mediante ciertos experimentos con dos especies concretas de ratones http://www.dailymotion.com/video/xoa08v_monogamia-y-amor-eterno-oxitocina-vasopresina-y-dopamina_school se ha llegado a la conclusión, de que en las especies monógamas hay una estimulación por parte de la vasopresina de la zona cerebral relacionada con la adicción y también se sabe que durante la relación sexual se dan altos niveles en sangre de vasopresina.
Mediante estos elementos no sería fácil intuir ya sólo a nivel biológico la posibilidad de que la monogamia ya sea mediante una relación sana como tóxica pueda ser posible a una base adictiva.
Bien, después de poner un poco lo esencial sobre la mesa, me dedicaré ahora a realizar mi reflexión del tema. Según Walter Riso una relación de pareja tóxica sería, relaciones que generan un sufrimiento extremo, dónde hay una excesiva dependencia, dónde pueden darse graves alteraciones psicológicas… bien un adicto de cualquier otra cosa, juego, drogas… experimenta las mismas sensaciones que una persona incapaz de dejar una relación tóxica.
Las personas que experimentan cualquier patología adictiva presenta como síntomas, síndrome de abstinencia que puede variar en función del objeto de adicción, necesidad de consumir, vacío interno, bajos niveles de autoestima, sensación de dependencia extrema, además de síntomas de conducta depresiva, mentir a uno mismo y a los demás, miedo extremo a la pérdida del objeto de adicción, sensación de alivio momentáneo y cada vez menor cuando se dispone del objeto…
A mi toda esta sintomatología me recuerda muchísimo a las personas que se están destruyendo poco a poco en una relación totalmente tóxica y dicen que no pueden dejarlo porque están enamorad@s.
Mi conclusión es que no están enamorados, están intoxicados, se han hecho adictos a un objeto, que no es el juego, la droga, el sexo, es la dependencia. Se pasan el tiempo intentando llenar un vaco enorme con pequeñas migajas que les tira el otro. Se autodestruyen como lo hace cualquier adicto, cualquier adicto que no supera la patología.
Recuerda que la manera en que dejas que te traten o la manera o forma que decides que los demás te quieran, esa manera es la manera en la que tú te quieres.

Beatriz Rodríguez Batlle

NºCol. 20093

Psicóloga especializada en clínica de Adultos y Terapia de Pareja.