Síndrome del Respirador Bucal

La respiración en condiciones normales se realiza por vía nasal. Es aquella en la que el aire entra  por la nariz con un cierre de la boca, originándose así una presión negativa entre la lengua y el paladar duro en el momento de la inspiración; la lengua se eleva y se proyecta contra el paladar, ejerciendo un estimulo positivo para su desarrollo y tiene la función de calentamiento y filtrado del aire que respiramos.  La respiración bocal u oral  se considera una alteración causada por las dificultades que se pueden presentar en las vías aéreas superiores y en la que la lengua se ubica en una posición descendente para permitir la entrada del aire. Aquí desaparecen la función de calentamiento y filtrado. Además,  provoca toda una serie de cambios  faciales,  craneales,  dentales,  posturales y fisiológicos.

Los respiradores bucales se pueden dividir en dos grupos, los cuales presentan etiologías diversas.

Verdaderos respiradores bucales.  Como consecuencia de obstrucciones funcionales, mal hábito respiratorio, e hiperlaxitud ligamentosa.

En las obstrucciones funcionales se encuentran: alteraciones a nivel de las narinas, desviaciones de tabique, hipertrofia de cornetes, secreciones nasales abundantes, hipertrofia de adenoides, atresia o estenosis de coanas, hipertrofia severa de amígdalas, rinitis alérgica, procesos inflamatorios (infecciones), tumores, pólipos, etc.

Los respiradores bucales por mal hábito respiratorio, son mayoritariamente pacientes que en tuvieron algún factor obstructivo como deglución atípica, interposición lingual, succión del pulgar y/o chupete, que condicionaron este tipo de respiración, y que aún habiéndose eliminado este factor han mantenido en el tiempo este tipo de respiración.

Además existen pacientes que presentan hiperlaxitud ligamentosa.  Es decir, que tienen gran capacidad para flexionar sus articulaciones. Frecuentemente tienen problemas de pies planos, alteraciones en la posición de la columna y rodillas y la mandíbula inferior tiende a caer y abre la boca en estado de reposo, esto último puede favorecer una respiración bucal.

Falsos respiradores bucales.  Son los que  tienen la boca abierta, sin embargo respiran por la nariz. Muchos de ellos presentan interposición lingual  o se aprecia la boca abierta con la lengua apoyada sobre el paladar duro, en ambos casos son niños que tienen la boca entreabierta; pero no respiran por la boca  porque está obstruida la respiración por la posición lingual.

logopediaadomicilio.es_

Signos de Alerta:

Cambios Faciales: Aumento del tercio facial inferior, cara estrecha y larga, ojeras profundas, ojos caídos, boca abierta, incompetencia labial, narinas estrechas o selladas, mejillas flácidas, labios agrietados y resecos, piel pálida, entre otros.

Cambios bucales: mordida abierta anterior con o sin interposición lingual, mordida cruzada posterior uni o bilateral, lengua en posición baja e hipotónica, arcada superior en forma triangular, hábitos secundarios  como deglución atípica o succión labial que agravan la posición de los incisivos, retrognatismo del maxilar inferior, etc.

Cambios a nivel esquelético: Hundimiento del esternón «Pectus escavatum» y «Escápulas aladas» (en forma de alas), cifosis, lordosis lumbar, pies hacia adentro…

 

Cambios fisiológicos: Ronquidos, apneas del sueño, hipoacusias.

 

Cambios psicosociales: Puede producirse trastornos intelectuales por la baja oxigenación cerebral, cansancio crónico, disminución de la concentración y de la actividad voluntaria.

 

El SDB se debe trabajar y abordar interdisciplinariamente para poder resolver el problema. Es necesaria la participación indiscutible de un otorrinolaringólogo con el fin de esclarecer qué tipo de respirador bucal es,  así como las posibles etiologías de la obstrucción de la función respiratoria.  La intervención de un ortodoncista también puede ser requerida en algunos casos.

 

Función del logopeda en SDB

 

Como logopedas debemos trabajar la higiene nasal; como sonarse la nariz, mejorar la calidad del soplo nasal, etc. Realizar ejercicios respiratorios para poder implantar y enseñar la correcta técnica respiratoria; lograr una postura adecuada, aumentar la elasticidad en la zona costodiafragmática, conseguir una respiración automática de tipo diafragmático-abdominal y el modo respiratorio nasal-nasal.  Restablecer el tono muscular y la movilidad de los órganos fonoarticulatorios con praxias de lengua, labios y mandíbula y establecer un patrón deglutorio correcto en aquellos casos en que sea necesario.

Se recomienda que los niños con SDB inicien el aprendizaje de las funciones orofaciales sobre los 4 años.  Recordad que para ello, ya debe haberse realizado la evaluación con el otorrinolaringológo porque será este quien dé el diagnóstico y el tratamiento.

 

EVA LÓPEZ

Logópeda