UNA CARRERA IMPORTANTE

 

Esta mañana ha sido especial. Como cada año se hace la carrera de la mujer con el fin de correr por una buena causa. Siempre hacer deporte es una buena manera de comenzar el día; pero si además el motivo es el hacer presente un momento crítico que una mujer puede haber pasado o estar pasando, aún lo es más.

Pronto se ha llenado Montjuïc de mujeres de muchas edades, hijas, madres, abuelas, tías, amigas … con un objetivo claro: reivindicar que importante es no estar solo, cuando la vida da un giro de salud.

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a muchas mujeres y 8 de cada 10 mujeres lo superaran. Las investigaciones, en los estudios, en los ensayos y todos los expertos que trabajan hacen que, día a día, hayan más herramientas para poder hacerle frente de manera menos invasiva pero más eficaz.

Puede decirse que es una carrera que ninguna persona quiere sufrir; pero que cuando se está es necesario saber cómo se puede vivir. Con todo el soporte médico no hay suficiente para hacerle frente a este gran reto. Hace falta también apoyo social y como no, apoyo psicológico.

El remolino de emociones que afloran cuando un día te diagnostican un cáncer es difícil de describir y todavía más complicado vivirlo. Aparecen emociones, sensaciones que para la persona que no habían estado presente en ninguna otra situación. La confusión, la incerteza, el desorden, el miedo…aparecen de manera instantánea y, la incredulidad se instauran en la cabeza. Al principio es complicado entender lo que te dicen y negando o evitando se sobrelleva mejor. Después, darse cuenta que lo que sucede el protagonista es uno mismo, es el inicio del proceso.

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Los desequilibrios emocionales provocan angustia, inquietud, tristeza, ansiedad…y descubrir como la persona tiene que enfrentar su día a día, es pesado. Entender que la enfermedad es una parte de la persona es consecuencia de darse cuenta que… la vida es eso: momentos de salud y otros de enfermedad.

Estamos en un momento donde a nuestro alrededor se escucha que se busca ser feliz, redescubrirse, reinventarse…enfrentar una enfermedad es un redescubrir como es el individuo delante de momentos difíciles encontrándose con vivencias nuevas.

Sentirse acompañado, querido, ver como el entorno está contigo, es una gran fuente de energía para saber que no se está solo en esta lucha y que siempre habrá alguien que te dará fuerzas y apoyo cuando las tuyas flaqueen.

Hoy en la carrera de la mujer, este era el ambiente que se respiraba. Una amiga, una madre, una hermana, una persona…alguien cercano de cada mujer luchadora, demostrando públicamente que son muchas que pensamos y trabajamos haciendo más ligera la carga a soportar.

Este apoyo hace que en momentos de soledad, que se tienen y son necesarios para darse cuenta si por donde se va, es por donde se quiere, o si lo que se siente se quiere sentir así, que todo esto sea más soportable sabiendo que hay personas con quien contar.

Las emociones, en estas situaciones se desequilibran porque no hay conexión entre cabeza y corazón. No se encuentran, están separados y la distancia es tan grande que cuesta razonar, tomar decisiones y ver con claridad todo lo que sucede alrededor nuestro.

Es una carrera de fondo, de paciencia, llena de metas, de obstáculos que superados unos , vienen nuevos pero que durante el camino y al final del mismo van apareciendo, como el agua que brota de la fuente, pequeños brotes y maneras de vivir que ayudan a sentirse mejor.

El tiempo lo cura todo, es una frase que encaja en muchos contextos, pero hay una parte que es bien cierta. El tiempo nos da distancia, nos da serenidad, nos da claridad…. Para saber por dónde se quiere ir y sobretodo, para saber dónde no ir. Que importante es tener las ideas claras y acordes con nuestros sentimientos.

No olvidemos que no solo hay mujeres en esta carrera, hay mucha más gente, compañero/as hijos/as, padres, hermanos/as, amigos… que también viven este proceso y que tienen un peso en la evolución y el equilibrio del entorno.

Por todo esto y, viendo la foto donde el agua hace una explosión hacia el cielo como señal de libertad, fuerza y valentía, seguir luchando por todas las personas que se encuentran en esos momentos, por los que ya han pasado y los que pasaran pero el destino ha cerrado su camino antes de hora. Que importante es sentirse rodeado de gente que respira anhelos como los tuyos para sentirse más poderoso y alentado a seguir luchando por un gran reto y conseguir de nuevo recuperar nuestra nueva vida.

Montse Guimerà

Psicóloga formada en Psicooncologia