SALUD Y SISTEMA INMUNOLÓGICO

Es precisamente cuando una crisis tiene lugar (ya sea económica, social, personal, etc.), cuando se ponen de manifiesto las verdaderas debilidades y fortalezas de cualquier individuo, empresa o sociedad.

La COVID-19 nos ha enfrentado al hecho de que la globalización nos abre las puertas al mundo, a conocer otras culturas, a la facilidad de viajar, a la cultura del turismo. Pero por otro lado nos hace más vulnerables ante la expansión de contagios y pandemias.

WhatsApp Image 2020-04-29 at 12.52.01Uno de los temas que ha cobrado importancia ante esta realidad que estamos viviendo, es la de cuidar y preservar nuestro sistema inmunológico. Ese sistema invisible y habitualmente silencioso que protege nuestra salud, es decir, nos previene de la enfermedad.

Si eres de esas personas que has empezado a preguntarte ¿qué puedo hacer para mantener fuerte mi sistema inmunológico? ¿qué puedo hacer para enfermar menos y que cuando lo haga sea de una forma más leve?, quiero presentarte cuales son los tres hábitos (y no tres pastillas) que conforman la base de nuestra salud, y así lo han demostrado, hace tiempo, múltiples estudios científicos.

 

  1. EJERCICIO FISICO MODERADO Y REGULAR

Además de prevenir el sobrepeso, las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, los trastornos del estado de ánimo como la depresión y de mejorar la calidad del sueño; el ejercicio físico moderado ha demostrado ser uno de los mejores reguladores del sistema inmunológico. Al exponer a nuestro organismo a una actividad física moderada se observa un aumento de las células inmunológicas, así como una disminución del cortisol (hormona del estrés).

¿Pero qué se considera ejercicio moderado?

  • Tiempo: 25-30 minutos al día
  • Frecuencia: entre 3-5 días a la semana
  • Intensidad: que suponga un 65-80% de la capacidad de esfuerzo de cada persona

Si todavía no tienes el hábito de realizar ejercicio físico, o no tienes suficiente conocimiento al respecto, es recomendable buscar un especialista que te ayude a establecer una pauta saludable y adaptada a tu condición física.

 

  1. ALIMENTACIÓN “Que la comida sea tu alimento y el alimento sea tu medicina” Hipócrates de Cos (460 aC. – 370 aC.)

Vivimos en una sociedad altamente medicalizada y por desgracia muchas alteraciones y enfermedades que podrían ser curadas o controladas mediante un cambio de hábitos en la alimentación, son tratadas farmacológicamente.

Sabemos que nuestra microbiota intestinal nos PROTEGE de las infecciones, que actúa de barrera inmunitaria. ¿Cómo podemos mantenerla en buena forma? y ¿qué alimentos pueden ayudarnos a mejorar nuestra inmunidad?

La verdad es que no existe ninguna dieta milagrosa para la inmunidad, tan sólo hábitos tan sencillos y a veces tan olvidados como estos:

  • Comer alimentos frescos (carne, pescado, huevos, fruta, verdura) e hidratarse con agua.
  • Evitar los productos procesados e industriales.
  • Entender la comida como ALIMENTO, tal y como ya nos recomendaba Hipócrates. Ingerir la cantidad necesaria en función de nuestra actividad física y gasto energético. Si todavía no conoces la cantidad saludable para ti, acude a un especialista que te guie.
  • Evitar en consumo de azúcares

 

  1. SUEÑO Y DESCANSO

Durante las horas de sueño es cuando nuestros diferentes sistemas se regeneran y se reparan. Para dar tiempo a que estos procesos tengan lugar de forma efectiva, es necesario dormir entre siete horas y media y ocho.

Recordad que no sólo es importante dormir, sino que ese sueño sea de calidad, continuo, profundo, que al despertar sintamos verdadero descanso. Levantarnos por la mañana fatigados es signo de que el sueño no está cumpliendo su función y esos procesos tan importantes no se están llevando a cabo correctamente.

Existen pautas para mejorar tu higiene del sueño, como evitar tomar estimulantes (cafeína, cacao, etc.), evitar el uso de pantallas por la noche, evitar las cenas copiosas, realizar ejercicio moderado regularmente, etc. Si crees que necesitas mejorar la calidad de tu sueño no dudes en consultar con tu médico o acudir a un especialista.

 

CRECIENDO EN CONCIENCIA Y RESPONSABILIDAD

Una de las cosas positivas que empiezo a observar, es que algunas personas empiezan a tomar más conciencia sobre su salud y están más interesadas en la prevención. Estamos comprendiendo que la salud de una persona es su mayor bien y que debe ser responsabilidad de cada uno protegerla. Que no deberíamos dejarla en manos de otros para que se hagan cargo de ella.

Podemos ver a través de las redes sociales que son muchos quienes están aprovechando estas semanas de confinamiento para cuidarse, para mejorar sus hábitos de alimentación y de ejercicio en casa. Pero ¿qué va a suceder en nuestras vidas cuando debamos volver a la rutina? ¿Seremos capaces de mantener esos hábitos?

Como profesional de la salud os animo a que el ejercicio regular, el cuidado de la alimentación y el buen descanso sigan teniendo su espacio en vuestra rutina, así como todas las cosas que habéis descubierto que os hacen sentir bien.

 

Ana Altamirano, Fisioterapeuta y Osteópata

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