Buenas a tod@s!! volvemos con una nueva entrada para el blog y estrenando pág de facebook. Psicología en todas partes sigue creciendo y gracias a vuestro apoyo.
El tema que abordamos hoy, es complicado, importante y muchas veces pasa desapercibido. La familia, su peso en nosotros como individuos. El término familia proviene del latín familia que significa grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe. Evidentemente desde el origen hasta ahora esta definición ha evolucionado pero sigue teniendo una base cierta ya que no solo muchas veces se es dependiente físicamente de la familia como a nivel económico  si no que todavía mucho más a nivel psicológica. Esto tiene una explicación biológico de mucho peso evidentemente la familia no sólo nos aporta los genes si no que nos brinda una educación y unos valores y con todo esto forma nuestra persona.
El vínculo que se crea es el más fuerte y con eso podemos tener lo mejor o lo peor en nuestra vida. La familia se dividiria en estos dos conceptos sociales, la alianza que definiria a la unión de las parejas y la filiación que define a los hijos. La función básica de la familia se dividíria en tres la socialización, la protección y la educación. Son funciones verdaderamente importantes y necesarias para nuestra sociedad, pero pueden convertir a veces a las familias en ataduras, que controlan, manipulan y desesperanzan a sus miembros. El poder de la familia es muy grande y por ello lo «bueno» o lo «malo» que hagan nos afecta al máximo.
Debemos tener muy presente que es importante estar vinculados a la familia de origen pero más importante es saber desvincularse. Es muy importante hacer un esfuerzo y reconocer dónde y de que manera debemos poner límites a nuestra familia de origen. Es muy importante hacer un trabajo de reflexión y analizar la función de nuestra familia y como nos afecta y compararlo con la forma en la que queremos vivir valorando nuestra calidad de vida.
Debemos tener presente que cuando nosotros formemos una familía ya sea de uno al independizarnos, de pareja o cuando decidamos tener hijos. Que esa será la prioridad, la familia nuclear. La familia de origen serán las bases de la nueva pero no debemos olvidar que nuestra pareja traerá las suyas y que entre los dos debemos construir y crear la familia nuclear. Esta nueva familia no será ni mejor ni peor que la anterior pero será nuestra, nuestra intimidad, nuestra parcela dónde nadie más que esta familia puede intervenir.
Todo esto genera como siempre múltiples esfuerzos, diálogos y trabajo. Pero de eso depende una buena calidad en las relaciones familiares, de pareja y una sana actitud psicológico. Hay que recordar que no sólo se heredan las características físicas o las enfermedades si no también las conductas, valores, creencias, miedos y formas de actuar ante la vida. Por todo eso hay que reflexionar sobre lo que no nos queremos quedar de esa herencia y trabajar. Es muy importante porque haremos lo mismo que tanto hemos odiado con nuestros hijos o peor iremos al polo totalmente opuesto y eso también es dañino.