Las emociones y su expresión

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Las emociones y su expresión

Es cierto que durante mucho tiempo se le ha dado poca importancia a las emociones centrándonos más en la parte racional del ser humano, pero poco a poco se va descubriendo la gran importancia a nivel adaptativo y equilibrador de las mismas en función de su forma de expresión.

Encontramos una série de emociones básicas como son: la alegría, el miedo, la tristeza, la ira, el miedo, la sorpresa, el desagrado y el interés. Quizás algunas os resultan muy claras y otras más difíciles de expresar, de entender o de reconocer. Pero todas presentan unas características físicas y psicológicas concretas. Es casi tan importante poder expresar y bien las emociones de forma gradual como reconocerlas en los demás y a que nos darán información de su comportamiento y estado evitando conflictos o fomentando nuestra empatía.

La expresión de las emociones es tanto a nivel verbal como a nivel no verbal, y a veces se hace difusa la frontera entre una emoción y otra y hace que la persona entienda que estás enfadado cuando en realidad estás triste o tienes miedo.

Durante la infancia aprendemos que hay unas digamos emociones malas y unas buenas. Unas que está muy bien y socialmente aceptadas y otras que incluso incomodan a los demás. Por lo tanto este aprendizaje puede hacer que reprimamos ciertas emociones que después nos salen en forma agresiva, ansiosa, … porque es importante saber que las emociones siempre acaban saliendo de una forma u otra. Puede ser que incluso salgan a nivel físico mediante el proceso de somatización, con manchas en la piel por estrés, migrañas, dolores musculares y tensionales, vértigos y mareos, malestares estomacales…

Lo primero sería hacernos conscientes de las emociones que expresamos y de las que reprimimos, como, cuando, con quién, de que manera… haremos así un análisis exhaustivo que nos pondrá sobre la mesa las cartas necesarias para trabajar. La pregunta base de este análisis sería ¿cómo actúo frente a las diferentes situaciones de la vida? Poco a poco llegaremos al porque, paciencia. Debemos ser cautelosos y metódicos para poder realizar una buena evaluación de nosotros mismos, no es nada fácil.

Una buena técnica sería: Durante una semana, anota en un cuaderno las situaciones que te ocurren y te han hecho sentir mal. Anota la emoción que apareció (intenta determinar si eso era rabia, frustración, impotencia, pena,…) y dale nombre. Intenta además fijarte en tu pensamiento cuando has tenido esa emoción. ¿Qué pensabas en ese momento? Ten en cuenta que el pensamiento puede ser muy rápido y fugaz, y además puede ser un pensamiento que verbalmente no dirías nunca, por la burrada que puede implicar lo que piensas. Apúntalo de todas maneras en tu cuaderno.

Esta sería una buena forma de hacer un análisis productivo para comenzar a trabajar con las emociones. Lo mismo que debemos trabajar con nuestras emociones y nuestra forma de expresarlas. Sería bueno comenzar a poder reconocerlas en los demás, como por ejemplo debajo de una gran irritabilidad muchas veces hay una profunda tristeza o como debajo del desagrado más grande se encuentra un miedo atroz. De esta manera encontraremos explicaciones más razonables a los comportamientos de los demás y estos se sentirán más comprendidos.

Una persona que entiende y expresa las emociones de forma gradual sería  comúnmente llamada persona inteligente emocional y estas serían sus características.

    • Poseer suficiente grado de autoestima

 

  • Ser personas positivas

 

 

  • Saber dar y recibir

 

 

  • Empatía (entender los sentimientos de los otros)

 

 

  • Reconocer los propios sentimientos

 

 

  • Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos

 

 

  • Ser capaz también de controlar estos sentimientos

 

 

  • Motivación, ilusión, interés

 

 

  • Tener valores alternativos

 

 

  • Superación de las dificultades y de las frustraciones

 

 

  • Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

 

 

Todas estas características son trabajables y se puede llegar muy lejos a través de la terapia. En la próxima entrada del blog hablaré sobre la comunicación para poner en práctica el modo de expresar y exponer las emociones y sentimientos sin herir a los demás y sin que reprimamos nada.

Beatriz Rodríguez Batlle

NºCol. 20093

Psicóloga especializada en clínica de Adultos y Terapia de Pareja.