Mitos sobre la Dislexia

Hoy en día la educación de los hijos es una de las prioridades en la vida de cualquier familia.

Durante el proceso de aprendizaje, pueden surgir dificultades que necesiten de un trabajo extra y un esfuerzo conjunto entre alumno, familia, escuela y profesionales tales como psicopedagogo, logopeda, psicólogo, etc.

Una de las dificultades más de actualidad es la DISLEXIA.

Cada vez más conocida, se trata de un trastorno específico de aprendizaje de la lectura y la escritura.

Sobre ella se extienden muchas ideas en la cultura popular, algunas que podríamos aceptar como válidas y otras que serían simples invenciones.

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Algunos de los mitos que podríamos citar son:

–  Las personas con Dislexia ven las cosas del revés.

Esto no es así, es cierto que puede ser uno de los rasgos característicos a la hora de reconocer grafías en espejo (b-d, p-q), pero no se basa solamente en esto, hay otros rasgos disléxicos que también se han de trabajar.

– La dislexia sólo puede ser diagnosticada a partir de los 9 años.

En parte es cierto, pero esto no quita que se puedan observar “signos de riesgo” desde primer curso de primaria y se pueda empezar a trabajar.

– La dislexia se acaba superando.

No es así, la dislexia es algo con lo que la persona tiene que convivir toda su vida, pero sí aprende a utilizar recursos que compensan ciertas dificultades y pueden mejorar considerablemente.

– Se puede mejorar simplemente leyendo 10 minutos al día.

Esta no puede ser la única línea de actuación. Evidentemente ayuda y es algo que deben hacer, pero se necesita de una metodología concreta y específica para cada persona que engloba diferentes áreas de la lectoescritura.

– La inteligencia de las personas con Dislexia es inferior.

Falso, las personas con dislexia tienen un cociente intelectual en la media de la población. Son personas muy válidas con grandes capacidades, simplemente tienen que aprender a compensar esa pequeña barrera llamada dislexia.

Entre familia, escuela y profesionales se deben unir esfuerzos para evitar el fracaso escolar de estos niños.

 

Como vemos hay muchas dudas que podríamos resolver sobre este tema que está dando tanto que hablar en la educación actual. Sea como sea, entre todos hemos de intentar mejorar la calidad de vida de estas personas y que logren COMPENSAR sus dificultades y SUPERAR sus miedos.

 

Mercedes Fernández Benjumea

Logopeda nº col. 08-3649