Tiene que cumplir con lo siguiente:
– Tiene que ser concreto, si no es un objetivo claro es difícil saber si estoy en el buen camino para alcanzarlo.
– Medible (minutos, km, kg, euros, etc…). Tengo que poder cuantificarlo para saber si me estoy acercando y en que proporción.
– De acción, para acercarme a mi meta tengo que actuar. Es muy interesante que el “titular” de mi objetivo sea una invitación a la acción, tiene que ser suficientemente potente como para activarme sólo con nombrarlo.
– Suelen aconsejarnos que sean realistas. Pero yo no estoy de acuerdo con este enunciado. Mi consejo es que nuestro objetivo tiene que ser muy codicioso,cuando lo logre tengo que estar orgulloso, los objetivos suelen requerir de mucho
esfuerzo y para grandes esfuerzos, necesitamos grandes premios.
El premio que alcanzaré tiene que ser equivalente al esfuerzo necesario.
– Hay que marcar unos tiempos y estos si tienen que ser realistas. Los objetivos codiciosos necesitan de más tiempo (pero durante todo este tiempo disfrutare de los progresos).
Pongamos por ejemplo que no suelo correr y me parece un objetivo muy
interesante participar en una media maratón. Lo primero que tengo que hacer es ver sin entrenamiento cuanto puedo correr y cuantas veces a la semana estoy dispuesto a entrenar, imaginamos que salgo el primer día y…
– corro 3km, esto quiere decir que de los 21000 metros de una media hay 3000 que ya los tengo en la saca quedan 18000 si estoy dispuesto a entrenar 3 días a la semana, puedo correr cada día 50 metros más que el anterior.
– Correr 50 metros más, es muy razonable, de modo que 18000 metros pendientes de hacer entre 50 metros más que correré en cada entreno,necesito salir 360 días a entrenar, entre 3 días a la semana de entreno 120 semanas que corresponden a 27 meses. de modo que en poco más de dos años puedo pasar de no correr prácticamente nada a alcanzar la meta en una media maratón.
Este ejercicio nos tiene que servir para darnos cuenta que somos capaces de mejorando muy poco en cada entrenamiento, pero con constancia, es relativamente sencillo alcanzar grandes retos.
Naturalmente una vez estamos convencidos de que es un reto que podemos alcanzar, es necesario diseñar un plan de entrenamiento con la ayuda de un preparador, y seguro que no consiste en correr 50 metros más cada día, este plan
será sin lugar a dudas más eficaz que el sistema que os propongo, lo que nos permitirá reducir de manera muy significativa los plazos, evitar lesiones, y mejorar nuestras marcas.
Cuando dudemos sobre la viabilidad de nuestra meta, RECUERDA, que son tan sólo 50 metros»
Sirve de mucha ayuda comparar esta distancia con algo que nos resulte familiar (recorrer tres veces el salón de casa, 10 coches aparcados, media manzana, etc)
¿cual va a ser tu reto?
Xavier Savin Vallvé
Psicólogo Colegiado nº 18109
Especializado en Clínica, Deporte y Empresa.