El día Europeo de la Logopedia se celebra cada 6 de marzo para concienciar a la población sobre el trabajo de esta profesión tan necesaria, así como para dar a conocer la repercusión que tienen los diferentes trastornos de la comunicación, en la vida de las personas que los padecen.
Este año el tema escogido es la DISPRAXIA DEL HABLA, un trastorno podríamos decir más desconocido que otros y que por este motivo es muy importante darlo a conocer.
La Dispraxia, también conocida como trastorno del desarrollo de la coordinación, dificultad del aprendizaje motor, dificultad en la planificación motora y apraxia del habla, es una dificultad psicomotriz, que puede afectar a las habilidades motoras gruesas y finas.
Es difícil saber con exactitud la población que padece este trastorno, ya que muchas personas nunca han llegado a ser diagnosticadas, a pesar de haber estado marcados por la etiqueta “niño/a torpe”. La estimación se mueve en torno a un 0,2% de diagnósticos de Dispraxia del habla. Alrededor del 70-80% de los casos diagnosticados son niños.
Hay varios tipos de Dispraxia, que podemos clasificar en:
- Dispraxia Ideomotora: Dificultad para completar tareas motoras de un solo paso.
- Dispraxia Ideatoria: Dificultad para completar una secuencia de movimientos.
- Dispraxia Oromotora: Dificultad para coordinar los músculos bucofonadores para pronunciar correctamente las palabras.
- Dispraxia Constructiva: Dificultad para entender las relaciones espaciales.
Centrándonos en la Dispraxia verbal o del Habla, podemos decir que en general, a los niños que la padecen se les describe con un habla muy poco inteligible, pero con una gran intención comunicativa. Presentan dificultad para pronunciar las palabras, un habla entrecortada y con titubeos ante la producción de ciertos sonidos, fallos en la ejecución para completar un movimiento aislado sin sonido, etc.
No se observan problemas estructurales ni neurológicos en los mecanismos orales, que justifiquen la ausencia de inteligibilidad y parece que son niños que responden muy lentamente al tratamiento logopédico.
A pesar de la lentitud del tratamiento, es muy importante llevarlo a cabo. Ajustar la intervención a cada niño es primordial para que esta sea global e integradora.
Es muy importante tener paciencia ante la reeducación y además de llevar a cabo un tratamiento logopédico, combinarlo con otros profesionales que pueden ayudar al niño (psicólogo, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta).
Es importante dar a conocer este trastorno, ya que más personas de las que lo saben, lo sufren, sin tener claro porque tienen esas dificultades. Demos a conocer la Dispraxia, en esta jornada tan importante como es el Día Europeo de la Logopedia.
Mercedes Fernández
Nº Colegiada 08-3649
Logopeda